miércoles, 26 de diciembre de 2007

2008



El niño ecuador


Sin memoria de la última vez una vez más me interno en el África.
Un pequeño habitante del radio hace crecer cauchos y bananos con un solo golpe de vista para luego sacudir una hojita de la que salen en extraña estampida rinocerontes, pelícanos, gorilas y cebras que pueblan su gesto. Voy a decirlo más claramente, porque la suerte me encontró a escasos centímetros del Binga este cuando le regalé un cero, invento que desconoce en su eternidad. Rodeado de su fauna y flora el mínimo atraviesa anverso y reverso para asomar su boca y su risa, no sé cuál primero.
Con esta reseña el origen del origen de todas las memorias que se juntan y encuentran fugaz continente.